
Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil. Mateus Bonomi/AFP via Getty Images
El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Luiz Fux, votó este miércoles en contra de los cargos presentados contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de un presunto intento de golpe de Estado. Su pronunciamiento, que podía resultar decisivo para sellar una mayoría condenatoria en el panel de cinco magistrados, terminó por extender la incertidumbre sobre el futuro judicial del exmandatario.
Durante una exposición de varias horas, Fux rechazó los cinco cargos formulados por la Fiscalía —tentativa de golpe, abolición violenta del Estado democrático de derecho, organización criminal, daño al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos—, los cuales ya habían recibido dos votos favorables dentro del tribunal.

El magistrado argumentó que “no hubo actos ejecutorios ni conducta dolosa de Bolsonaro” y que “no existe ninguna prueba” que lo vincule directamente con el asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia, ocurrido el 8 de enero de 2023.
Además, cuestionó la competencia del Supremo Tribunal para juzgar el caso, alegando que la corte solo puede procesar a un expresidente por hechos cometidos durante su mandato. Según su postura, los sucesos del 8 de enero —cuando Bolsonaro ya había dejado el cargo— deberían ser investigados por tribunales de primera instancia. Por ello, pidió la anulación total del proceso por presunto golpismo contra el líder ultraderechista, quien fue nominado al cargo por la expresidenta Dilma Rousseff.
División en el tribunal
La Fiscalía sostiene que la presunta trama golpista se gestó en 2021 y que los ataques de enero de 2023 fueron la culminación de ese plan. En contraste, Fux insistió en que no existen elementos que comprometan penalmente al expresidente.
El martes, los jueces Flávio Dino y Alexandre de Moraes —relator del caso— habían votado a favor de condenar a Bolsonaro en los cinco cargos. Para que se concrete la condena, basta con un tercer voto afirmativo. Todavía falta conocer la posición de las juezas Cármen Lúcia Antunes y Cristiano Zanin, ambos nominados por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Riesgo de una condena histórica
Bolsonaro, de 70 años, se declaró inocente y podría enfrentar hasta 40 años de prisión si es hallado culpable de los delitos más graves. El expresidente cumple arresto domiciliario por incumplir restricciones judiciales y enfrenta el proceso junto a siete exministros y asesores señalados de conformar el “centro neurálgico” de una organización criminal que buscaba desmantelar la democracia brasileña.
En 2023, Bolsonaro ya había sido condenado en otra causa por abuso de poder, al difundir información falsa sobre el sistema electoral. Esa sentencia lo inhabilitó para ocupar cargos públicos durante ocho años.
Reacciones internacionales
El proceso también ha generado repercusión fuera de Brasil. En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump calificó el juicio como una “cacería de brujas” y anunció un arancel del 50 % a productos brasileños, además de restricciones de visado y sanciones financieras contra funcionarios vinculados al proceso. El Gobierno brasileño rechazó esas medidas y las consideró una injerencia en sus asuntos internos.
Si Bolsonaro es condenado y decide apelar, el pleno de 11 magistrados del Supremo no volvería a analizar todo el caso, sino que revisaría puntos específicos como contradicciones en la sentencia, la duración de la pena o cuestiones de interpretación legal.
CNN